lunes, 23 de enero de 2012
La magia de la fantasía
Toda fantasía cumplida debe reservar un ápice de novedad. Descubrir el todo puede llevar a ignorarlo por el hecho de conocerlo. El momento de enfrentarse a la realidad es increíble, todo es nuevo. Los sentidos se acentúan por momentos, en otros, se atenúan dejándose llevar. Es ahí dónde se gana el secreto y se pierde la virginidad de lo que se desconocía.
Experiencias y sensaciones que afloran y que consiguen una paz, una tranquilidad poco normal. Y qué es normal? y por qué no lo va a ser?
Esa sensación natural del miedo a lo desconocido se convierte en pura curiosidad necesaria. El sentido común deja paso al sentido de las emociones y sensaciones provocando un estado superior.
En todos los sentidos aflora una prudencia comedida, necesaria para empezar el juego. A medida que se avanza, unos sentidos se potencian hasta tal punto que se pierde el control natural.
Las experiencias son la fuente del aprendizaje. Para ello, es necesario oír, ver, sentir, oler y, sobre todo, probar.
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