miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿Por qué blanco o negro?


¿Por qué solo blanco o negro? Y ¿por qué no va a ser blanco o negro cuando la vida solo te da patadas? ¿Dónde está la escala de grises cuando sobrevives o mueres?
Mi blanco supera con creces el blanco de muchos, pero qué pasa cuándo, por culpa del negro que me persigue ya hace años, el blanco corre un peligro atroz? Sus ojos me asustan, me alarman, me conmueve como nunca nada ni nadie lo había hecho. ¿Cómo superar tantas cosas que conforman mi negro?.
El día es duro, las personas decepcionan, las situaciones se vuelven comprometidas y el camino lleno de piedras, invita a retroceder. Entonces ¿dónde encontrar la escala de grises?
Mi defensa de la lealtad me provoca frustración.
La generosidad de las personas no es más que lo contrario a un egoísmo personal supremo que la mantiene velada.
La palabra y el compromiso solo son ingredientes conocidos pero no usados.
El respeto se convierte en un interés.
Y la verdad, ¿qué es la verdad si no lo opuesto a la mentira? Qué ironía cuando usan la mentira para no hacer daño. Daño a quién? al que la recibe o a ellos mismos? Solo las consecuencias provocan dolor. Entonces solo el que la recibe pone en duda todos los valores que sostiene al mentiroso como persona. El dolor que genera una verdad no es comparable con el que provoca una mentira. Es un dolor sano, limpio, lógico y recuperable, sobre todo recuperable. La mentira mata.
Y la responsabilidad de los actos de cada uno... qué pasa con ella? ¿Por qué nos empeñamos en echar la culpa al otro? ¿Por qué no somos capaces de ser coherentes con nosotros y con lo que hacemos?
La vida y los demás no son un juego.
Entonces encontraré mi escala de grises cuando ponga en práctica toda esta mierda que parece que ayuda a vivir.